El sabor del éxito ha generado un impulso positivo en este tambo

Dairy Herd Network | Actualizado: 20 de septiembre de 2012

Nota del editor: Luciana Jonkman, consultora en nutrición y manejo de tambos en Progressive Dairy Solutions Inc., comparte un poco del éxito experimentado en uno de sus tambos clientes en California.

Cuando comencé a trabajar para el tambo, era invierno. Acabábamos de atravesar una división en la sociedad y ahora necesitábamos reagruparnos. Había mucha presión emocional y financiera para tener éxito. Cuando observé lo que estaba asumiendo, busqué el eslabón más débil y con el que obtendría más por ese dinero (más rápido retorno sobre la inversión). Hicimos una lista de las tres áreas principales y empezamos a tachar. Comenzamos con los movimientos de las vacas en transición, rutina de alimentación, y luego, confort de las vacas. Se podría discutir el orden en el que lo hicimos, pero con tres tipos muy talentosos y bien dispuestos que manejan el trabajo en esta operación con 1500 vacas lecheras, necesitaba encontrar un lugar para que cada uno de ellos tuviese éxito.

Antes de contratarme como su consultora en nutrición y manejo de tambos, el tambo había estado moviendo las vacas cercanas al parto de cuatro a seis veces en las tres semanas previas a la parición. No puedo decir por qué estaba sucediendo esto, pero cuando discutí el cambio con la nueva administración, no había mucho que pensar para saber que íbamos a detener los movimientos. Hoy en día, movemos las vacas de un establo seco alejado a un establo cercano, y el día de la parición (o lo más cercano posible a la parición) la movemos nuevamente al corral de parición.

También atacamos el manejo del ensilado.

A medida que pasamos del invierno a la primavera, nos volcamos a la planificación del alimento. El tambo tradicionalmente había calculado un encogimiento del 20 al 25 por ciento en los ensilados y tenido eso en cuenta como factor al comprar alimento a productores cercanos. Me impactó que fuese normal absorber ese tipo de pérdidas. En realidad, veo muchas situaciones donde se acepta este nivel de encogimiento, pero de eso no se habla.

Entonces, les mostré las diferencias en el desembolso de efectivo y la capacidad de uso del alimento entre una merma del 10 al 15 por ciento y una merma del 25 por ciento. Los números eran abrumadores, y los productores quisieron saber muy rápidamente cómo podrían evitar estas pérdidas. Nos reunimos los cosechadores, los tamberos y yo, y juntos hicimos un plan. Decidimos que haríamos muchas cosas de forma diferente:

  • Usaríamos Silo Stop para reducir el moho y mejorar la fermentación.
  • Pondríamos un tractor adicional en el pozo para empacarlo más ajustado y obtener más alimento en el muy limitado espacio que teníamos para trabajar.
  • Estableceríamos dos desniveles para poder movernos más rápido por el primero a la vez que dividíamos el forraje en la ración entre silo de maíz y silo de avena.
  • Nivelaríamos con láser un pedazo de tierra de 140 por 295 pies (42,6 por 90 metros) (actualmente una parva de basura detrás de la celda de commodities) para establecer nuestra primera pila comprimida de ensilado de avena hasta la que se podía conducir.

Lo que aprendimos a través de este proceso es ¡que podemos hacerlo mejor!

Con el primer ensilado de avena, medimos la merma y nos emocionó saber que era del 13 por ciento, había descendido desde el 25 por ciento esperado. Ahora, hemos calculado lo que una reducción de merma del 25 por ciento al 15 por ciento haría sobre todos los ensilados y estamos vertiendo otra losa de hormigón con el dinero ahorrado. También planeamos por lo menos una nueva losa de hormigón para la pila actualmente utilizamos y que se encuentra sobre tierra. Esperamos que el inventario que antes se compraba para 12 meses, ahora dure de 13 a 14 meses, y a nuestro banquero le gusta esto. Al reducir la merma, ahora podemos asignar más acres a la producción de alimentos como «earlage» (ensilado de grano húmedo de maíz con marlo y chala), haciendo que el tambo sea aún más autosuficiente y rentable.

Los productores están muy emocionados y quieren continuar realizando mejoras en todas las áreas de operación. Resultado: Los tamberos vieron muchos éxitos en los cortos ocho meses en los que fueron exclusivamente responsables por el rodeo, el terreno de la granja y las instalaciones. Al reagrupar a las tropas, contribuyeron a la fantástica posición en la que se encuentran hoy en día y para el futuro de su negocio lechero. Fue divertido verlos hacer lo que aman y trabajar juntos como una familia.