Como en todas las áreas de la producción animal, las investigaciones que se realizan sobre diferentes temas nos llevan a realizar cambios constantes para mejorar la producción y eficiencia de la misma. Hoy una de las nuevas tendencias en nutrición animal es realizar una mejor nutrición de la ternera en la cría, es decir en sus primeros 60-90 días de vida, con la finalidad de mejorar la producción de la misma a futuro.
Los nuevos objetivos
¿Cuáles eran los objetivos de un programa exitoso de crianza? Muchas veces cuando hacemos visitas a nuestros establecimientos y preguntamos ¿Cómo están sus terneros en la guachera?, nos conformamos técnicos y productores con la respuesta: “Bien… por lo menos no se mueren.”
En el mejor de los casos nos encontramos con algunas mediciones y obtenemos datos como: % de natimortos, % de mortandad en la cría, peso al destete, ganancia diaria de peso en la cría, etc.
Hoy no podemos conformarnos con que no se mueran nuestras terneras y debemos perseguir un solo objetivo: MAXIMIZAR LA PRODUCCIÓN DE LAS NUEVAS VACAS EN LA PRIMERA LACTANCIA Y LAS SUBSIGIENTES, es decir debemos concentrarnos en “parámetros” nuevos que nos hagan lograr este objetivo. Para lograr este nuevo objetivo seguramente debemos comenzar a cambiar cosas para que nuestros resultados cambien.
Unos de los nuevos parámetros que anteriormente no se tenía en cuenta es tratar de llegar al desleche con el doble de peso vivo del nacimiento (Ejemplo: ternera que nace con 45 kg debería deslecharse a los 60 días con 90 kg de peso vivo); hecho que, tomado las decisiones correctas es difícil de lograr.
No debemos temer a ganancias cercanas o superiores a 1 kg de ADP, pues con % adecuados de proteína en la dieta, estas ganancias no engordarán a nuestras terneras, sino que las mismas crecerán mejor y más rápidas.
Crecimiento normal y no crecimiento acelerado
No debemos pensar que estamos acelerando los procesos biológicos o que no estamos haciendo las cosas naturalmente, si no que estamos tratando de llevar a cabo un crecimiento normal y no un crecimiento acelerado.
Pensemos en nuestros hijos, ¿Les limitaría la cantidad de leche a sus hijos recién nacidos? , pues los terneros son los bebes de su establecimiento; no puede limitarle la leche a ellos tampoco.
Hoy hay suficiente información de los últimos 15 años que soporta con resultados sorprendentes esta realidad de diferencia entre lo que venimos haciendo con nuestros terneros de mantenerlos vivos a realizar una mejor alimentación para que crezcan normalmente.
De más está decir que todo comienza con un buen calostrado, si esta operación no se realiza en tiempo y forma tendremos una FTP (Falla Transferencia Pasiva), que es el no traspaso de las defensas del calostro a tiempo a nivel intestinal. Si se da esta FTP seguramente además de tener terneras sin salud adecuada tendremos demoras de las mismas a llegar al primer parto, menores ganancias de peso y menos producción de leche y % de grasa en la primera lactancia.
La recomendación para el calostrado es que el ternero tome el calostro apenas nace, debería tomar el 10% del peso vivo al nacer antes de las 2 horas de vida, es decir 3-4 litros antes de las 2 horas de haber nacido. Para ello es recomendable tener un banco de calostro de muy buena calidad en nuestro establecimiento. Y si es necesario hacer un calostrado forzado.
La leche alimenta a las terneras, ensayos muestran que terneras alimentadas ad libitum vs terneras alimentadas con 4 lts han logrado: mejor ganancia de peso, menos tratamientos, menos muertes.
Terneras con balances energéticos positivos tendrán seguramente una mejor respuesta inmune ya que cada grado de fiebre por encima de lo normal, por ejemplo, eleva el requerimiento de mantenimiento en un 20-25 %.
Estos nuevos objetivos propuestos se pueden lograr también utilizando lacto reemplazantes (sustituto lácteo) siempre y cuando los mismos sean de buena calidad y los % de sólidos sean superiores a 25 % de proteína y 15 % de grasa, con diluciones del 10%.
El tema del agua debe dejar de ser un tabú en nuestras guacheras, el dar agua limpia y fresca a las terneras en la cría no produce ningún tipo de problema en el sistema digestivo. La misma debe ser dada con 2 hs de posterioridad de la entrega de leche.
Esta práctica favorece el consumo de un buen alimento iniciador que siempre debe estar presente a disposición desde el inicio de la cría ya que es el responsable del desarrollo de las papilas ruminales en la ternera, puntapié del proceso de la transformación de nuestros animales de mono gástricos a rumiantes.
Las terneras y el medio ambiente
Ahora pensando en factores ambientales que pueden afectar los animales en nuestras guacheras no podemos dejar de hablar de las temperaturas tanto bajas como altas y el viento.
Considerando que la zona termo neutral para un ternero de menos de 21 días de vida es de entre 15 y 28 °C pensando nuestros inviernos está claro que estos animales consumiendo 4 litros de leche solamente podrán mantenerse y no crecer.
Una ternera de 45 kg deberá tomar 6 litros de leche a una temperatura de 10°C para solo ganar 450 grs. por día. A medida que aumenta la ganancia de peso deseada debemos incrementar el valor de cantidad de alimento a ofrecer.
Pensemos entonces en que la mayoría de nuestros tambos tienen sus partos concentrados en otoño – invierno, lo que hace que nuestras terneras estén expuestas en sus primeros 60 días de vida a las peores condiciones climáticas para su desarrollo y si seguimos dando los 4 litros de leche tradicionales solo lograremos que nuestros terneros se mantengan vivos y no logren ganancias de peso realmente buenas y un crecimiento normal.
Para finalizar con el tema ambiente debemos brindarle el mejor confort posible a esta categoría de animales jóvenes ya que son los más susceptibles a los factores climáticos adversos como bajas y altas temperaturas, lloviznas y vientos, por ello es fundamental en esta etapa reparos adecuados y media sombra en verano. No podemos dejar de recordar llevar adelante siempre extremas medidas de higiene en la zona de la guachera y la higiene de baldes y utensilios con los que se trabaja en la misma.
En resumen
Realizando un análisis de resultados de estas nuevas recomendaciones podemos inferir que a corto plazo este tipo de prácticas reduce costos de tratamientos y la mortandad, además reduce los días de alimentación (edad más temprana al primer parto); y a largo plazo incrementa la producción potencial e incrementa la longevidad, en definitiva mejora la rentabilidad del negocio del tambo.
Marco Minetti es consultor de nutrición y manejo de tambos de PDS Latam – Argentina. Su trabajo enfatiza la implementación y seguimiento del manejo de la alimentación, con amplia experiencia en tambos con vacas estabuladas, drylot y con cama de compost.