Nutrición y Crianza

Cuando hablamos de Nutrición Animal podemos pensar a tres niveles: Nutrición a Corto Plazo por ejemplo cuando pensamos en balancear mejor las dietas de nuestras vacas en producción que nos van a dar una respuesta relativamente inmediata; Nutrición a Largo Plazo cuando optamos por nutrir mejor a las vacas  secas y a las vacas en  preparto de nuestro establecimiento, donde las respuestas no van a ser tan rápidas si no que demorarán 2 o 3 meses en expresarse. Y por último Nutrición a Largo Plazo que es por ejemplo la  cría y recría de la vaquillona, donde nuestra mejora en la nutrición de las mismas verá reflejado sus resultados recién luego de 24 meses cuando esta ternera comience a producir leche en el tambo.

 ¿Cuando comienza la cría de la vaquillona?

Debemos entender que la cría de la vaquillona comienza con el embrión dentro del útero de la vaca, que es el punto inicial de  toda nueva generación y este es nuestro potencial genético del rodeo. Las terneras ya nacen con un potencial de crecimiento y un potencial de producción de leche; que este potencial se exprese está totalmente influenciado por decisiones de manejo (Instalaciones, Trabajo, Alimentación y Salud) estas decisiones de manejo que llevemos a cabo van a repercutir en el período que se extiende de ternera recién nacida hasta vaquillona al parir.

Claramente este  ciclo biológico de crecimiento va a ser más corto cuando nuestra toma de decisiones sea adecuada y más largo cuando esta no lo sea.

Este ciclo biológico  se puede superponer con el ciclo económico de nuestro tambo dejando a la vista dos claros momentos, un Período de Inversión (del nacimiento de la ternera hasta el primer parto) y un Período de Retorno de la inversión (del primer parto en adelante).Obviamente cuando más demoremos la crianza de la ternera, se demorará  también la llegada del Período de retorno de Inversión y de esa manera estamos retrasando el balance económico positivo de esta etapa.

El nuevo objetivo

¿Cuáles eran  los objetivos de un programa exitoso de crianza? Muchas veces cuando hacemos visitas a nuestros establecimientos  y preguntamos ¿Como están sus terneros en la guachera?, nos conformamos técnicos y productores con la respuesta: “Bien… por lo menos no se mueren.”

En otros casos las mediciones ya son más frecuentes y podemos conocer  % de mortandad, peso al destete, peso al servicio, etc.

Lo que hoy debemos empezar a pensar es que debemos perseguir  un solo objetivo: MAXIMIZAR LA PRODUCCIÓN DE LAS NUEVAS VACAS EN LA PRIMERA LACTANCIA Y LAS SUBSIGIENTES, es decir  debemos concentrarnos en “parámetros” nuevos que nos hagan lograr este objetivo.

Unos de los nuevos parámetros  que anteriormente no se tenía en cuenta es tratar de llegar  al desleche con el doble de peso vivo del nacimiento (Ejemplo: ternera que nace con 45 kg debería deslecharse a los 60 días con 90 kg de peso vivo); esto tomado las decisiones correctas como se dijo anteriormente no es difícil de lograr.

No debemos temer a ganancias cercanas o superiores a 1 kg de ADP, pues con % adecuados de proteína en la dieta, estas ganancias no engordarán a nuestras terneras.

Crecimiento normal y no crecimiento acelerado

No debemos pensar  que estamos acelerando los procesos biológicos  o que no estamos haciendo las cosas naturalmente, si no que estamos tratando de llevar a cabo un crecimiento normal y no un crecimiento acelerado.

Pensemos en nuestros hijos, ¿Les  limitaría la cantidad de leche a sus hijos recién nacidos? , pues los terneros son los bebes de su establecimiento; no puede limitarle la leche a ellos tampoco.

Hoy hay suficiente información  de los últimos 15 años que soporta con resultados sorprendentes esta realidad de diferencia entre lo que venimos haciendo con nuestros terneros de mantenerlos vivos a realizar una mejor alimentación para que crezcan normalmente.

De más está decir que todo comienza con un buen calostrado, si esta operación no se realiza en tiempo y forma tendremos una  FTP (Falla Transferencia Pasiva), que es el no traspaso de las defensas del calostro a tiempo a nivel intestinal. Si se da esta FTP seguramente además de tener terneras sin salud adecuada tendremos demoras de las mismas a llegar al primer parto, menores ganancias de peso y menos producción de leche y % de grasa en la primera lactancia.

La recomendación para el calostrado es que el ternero tome el calostro apenas nace, debería tomar el 10% del peso vivo al nacer antes de las 2 horas de vida, es decir 3-4 litros antes de las 2 horas de haber nacido. Para ello es recomendable tener un banco de calostro de muy buena calidad en nuestro establecimiento. Y si es necesario hacer un calostrado forzado. 

La leche alimenta a las terneras, ensayos muestran que  terneras alimentadas ad libitum vs terneras alimentadas con 4 lts han logrado: mejor ganancia de peso, menos tratamientos, menos muertes.

Terneras con balances energéticos positivos  tendrán seguramente una mejor respuesta inmune ya que cada grado de fiebre por encima de lo normal, por ejemplo, eleva el requerimiento de mantenimiento en un 20-25 %.

Estos nuevos objetivos propuestos se pueden lograr también utilizando lacto reemplazantes (sustituto lácteo) siempre y cuando los mismos sean de buena calidad y los % de sólidos sean superiores a 25 % de proteína y 15 % de grasa, con diluciones del 10%.

Las terneras y el medio ambiente

Ahora pensando en factores ambientales que pueden afectar los animales en nuestras guacheras no podemos dejar de hablar de las temperaturas tanto bajas como altas y el viento.

Considerando que la zona termo neutral para un ternero de menos de 21 días de vida es de entre 15 y 28 °C pensando  nuestros inviernos está claro que estos animales consumiendo 4 litros de leche solamente podrán  mantenerse y no crecer. Una ternera de 45 kg deberá tomar 6 litros de leche a una temperatura de 10°C para solo ganar 450 grs. por día. A medida que aumenta la ganancia de peso deseada debemos incrementar el valor de cantidad de alimento a ofrecer.

Para finalizar con el tema ambiente  debemos brindarle el mejor confort posible a esta categoría de animales jóvenes ya que son los más susceptibles a  los factores climáticos adversos como bajas y altas temperaturas, lloviznas y vientos, por ello es fundamental en esta etapa reparos adecuados y media sombra en verano. No podemos dejar de recordar llevar adelante siempre extremas medidas de higiene en la zona de la guachera y la higiene de baldes y utensilios con los que se trabaja en la misma.

Mejor Nutrición , Mejor producción

Analizando  resultados de meta análisis vemos que realizando una mejor nutrición en la estaca se puede obtener en promedio 800 litros más de leche en la primer lactancia y como regla fácil de recordar podemos decir que: por cada gramo de aumento que logremos por encima de los 450 gramos de ADP antes del desleche podemos lograr  1 litro más de leche en la primera lactancia

Esto nos hace pensar que debemos comenzar a nutrir por sobre los requerimientos de mantenimiento de nuestras terneras para mejorar la performance de nuestras primeras lactancias futuras.

Conclusiones

En resumen luego de un buen calostrado podemos mantener 4- 5 litros de leche la primer semana de vida y  sin temor alguno comenzar a aumentar  esta cantidad hasta llegar a los 6-8 litros  de consumo a los 60 días donde deberíamos realizar el desleche en forma brusca logrando el doble del peso al nacer.

Esta etapa debe estar siempre acompañada de agua ad libitum y un buen alimento balanceado iniciador (peleteado y de 23 % de proteínas como mínimo) ad libitum también, el cual acompañara la alimentación post desleche por 2-3 semanas junto con el agua.

Haciendo un análisis económico muy simple sabemos que nuestras terneras así alimentadas nos darán en promedio 800 litros de más en su primer lactancia logrando unos $1600 extras si logramos este resultado. Por otro lado la diferencia de dar 4 o 6 litros promedio en los 60 días de guachera es  hoy es de $ 290 más a lo que venimos gastando si damos 4 litros.

Esta diferencia prometida en la primer lactancia paga esos litros más de leche que le vamos a dar a la ternera, sin contar por supuesto la mejora en salud y el ahorro en tratamientos veterinarios en esa etapa.

Esto está más que probado en otros países ya con muy buenos resultados y también es una recomendación que están adoptando varios productores en nuestros tambos con resultados muy favorables.

Está  más que claro que debemos pensar en cambiar la nutrición de nuestras terneras en sus primeros días de vida pues  mejorando esto podemos mejorar notablemente la producción de leche en su primera lactancia logrando así ser más eficientes en nuestra empresa.

Marco Minetti es consultor de nutrición y manejo de tambos de PDS Latam – Argentina. Su trabajo enfatiza la implementación y seguimiento del manejo de la alimentación, con amplia experiencia en tambos con vacas estabuladas, drylot y con cama de compost.